Para mejorar nuestro rendimiento al correr, la cadencia de carrera puede convertirse en una herramienta muy interesante a tener en cuenta. Hay que aclarar que no existe una cadencia ideal, ya que cada persona tiene la suya en función de sus características y condiciones.
Conocer la frecuencia de pisada mientras se practica running nos aportará muchos más beneficios de los que pensamos. Además de mejorar la eficiencia en la carrera, también disminuirá el riesgo de lesiones, minimizando el daño muscular durante la actividad y contribuirá a obtener una mejor recuperación.
La cadencia de carrera es el número de pasos que da un runner por minuto. Cada persona tiene la suya, y en gran medida estará condicionada a una serie de factores como el peso y altura de los corredores. La cadencia adecuada la elevan los expertos por encima de 170 zancadas por minutos. Lo normal es que los atletas con un mayor nivel tengan una cadencia más elevada ya que corren bastante más rápido que los que se están iniciando.
Para trabajar este aspecto, no basta con seguir haciendo tiradas a un ritmo estable. Hay que incorporar a la rutina preparatoria trabajo de velocidad, coordinación y fuerza, además de ejercicios de técnica de carrera. A medida que vaya mejorando el rendimiento, en donde el runner encuentra la cadencia y la longitud de las zancadas adecuadas, tendrá la posibilidad de correr al mismo ritmo, pero con un esfuerzo inferior.
Lo adecuado para optimizar nuestras zancadas sería aterrizar en el suelo con la parte delantera de las zapatillas, sin apenas contactar la planta con la superficie, pero esto es algo que se encuentra al alcance de unos pocos, la mayoría de ellos profesionales. La tendencia lleva a casi todos los aficionados a golpear en primer lugar con el talón, ejerciendo una fuerza elevada sobre rodillas, articulaciones, tendones y músculos, que acabarán mucho más castigadas a consecuencia de este impacto con la parte trasera del pie.
Al incrementar la cadencia también te obligarás a modificar la posición de aterrizaje del pie. En lugar de hacerlo delante de tus caderas, se hará justo debajo del corredor, en su centro de gravedad. Además, habrá más posibilidades de hacer el impacto contra el suelo con la parte delantera del pie, lo que se conoce como metatarso, que es el grupo de cinco huesos largos de la zona media. Se entiende, también, que al dar un mayor número de pasos por minuto, se pasará menos tiempo en el aire, lo que contribuirá a obtener un impacto menos agresivo en la caída. Verás como varia tu manera de entrenar, pero también comprobarás que le sacarás mucho partido a estos cambios.
En todo desempeñará una labor esencial la técnica de carrera como comprobaremos más adelante.
Todas estas técnicas resultan válidas para todo tipo de corredores, ya sean para prepara un maratón, una media maratón, 10 km o 5 km. Comprobarán como su rendimiento mejora considerablemente, pero también apreciarán una serie de beneficios que posiblemente desconozcan.
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