Festival del queso rodante

Festival del Queso Rodante

Te imaginas una competición en la que tengas que perseguir a un queso rodante colina abajo. Aunque suene muy arriesgado, este evento existe y se celebra y desde hace muchos años.

Conocido como el festival del queso rodante, cuyo nombre original es el Cooper’s Hill Cheese-Rolling and Wake, es una tradición regional, pero que ha calado a nivel internacional, por lo que hay que conocer de qué se trata.

¿Cuándo y dónde se celebra?

Esta competición es muy esperada el último lunes del mes de mayo, cuando inician las festividades públicas de primavera en el Reino Unido.

Uno de los lugares que más representa esta costumbre es el distrito de Gloucester en Inglaterra, específicamente en la colina de Cooper, de allí su nombre original en inglés. Dicha cumbre tiene una pendiente de aproximadamente 182 metros. Sin embargo, en la actualidad, es una tradición que se ha extendido a varios pueblos pequeños de Gran Bretaña, que se distinguen por contar con altas colinas, que por lo demás, son muy resbalosas.

¿Quiénes pueden participar?

En principio, la cantidad de interesados depende de la organización. Generalmente, cada competidor agrega un toque muy particular a su peculiar recorrido, con atuendos o vestimentas coloridas, especialmente destinadas para esta ocasión.

En cuanto a los requisitos, si bien no se contemplan limitaciones rigurosas para integrarse a la aventura, la preferencia es que sean hombres, en las mejores condiciones físicas. Y es que se trata de una prueba de inevitable riesgo con altas probabilidades de lesiones severas.

No obstante, las mujeres no están excluidas y compiten en conjunto con los hombres, solo que se procura su mayor cuidado. Incluso los niños tienen su propia versión de la competencia, menos osada, con una rueda de queso más pequeña y corriendo colina arriba.

¿Quieres ver las mejores caídas del festival?

Aquí te dejamos un vídeo donde seguro que no podrás dejar de reír.

¿Por qué se celebra este festival?

Es el momento de hablar de la historia de este festival, veamos cada una de sus etapas:

Origen

Es una de las tradiciones más antiguas del Reino Unido, tanto que no se tiene certeza de su comienzo, existiendo diversas teorías que tratan de justificar su existencia, incluyendo motivos religiosos.

En todo caso, solo se conoce que para mediados del siglo XIX se tienen algunas anotaciones, atribuidas al pregonero de Gloucester, que aluden a esta actividad. Igualmente, se presume que se celebraban distintos eventos festivos para celebrar la entrada de la época del calor, pero con el transcurso del tiempo solo se mantuvo este festival.

Actualidad

Considerada una tradición inglesa, tenía un reconocimiento oficial. Sin embargo, se volvía cada vez más concurrida por espectadores provenientes de distintos lugares, lo que generó preocupación en el tema de seguridad, tanto para el control de los visitantes como para los posibles lesionados. Por ello, para el año 2010 perdió su reconocimiento oficial.

Actualmente se realizan de 4 a 5 carreras cuesta abajo por edición, las cuales se dividen por categorías.

Reglas de la competición

Las reglas han tenido sutiles cambios con los años, pero siempre han sido muy sencillas. Se comienza con las palabras de inicio del maestro de ceremonia, encargado de poner a rodar una rueda de queso desde lo más alto de la colina, hasta una línea de llegada que usualmente es la culminación de la pendiente. Dicho maestro es quien da la pauta de salida a los temerarios competidores.

Los participantes, por su parte, se informan previamente de las normas y lo de lo peligroso de la competencia, aunque todo es muy informal y con una organización nada rigurosa. Éstos corren detrás del queso un segundo después de que es lanzado.

No es posible establecer medidas de seguridad que puedan evitar o disminuir los golpes, contorsiones, fracturas o lesiones de mayor gravedad, pues resulta casi imposible mantenerse de pie en plena carrera sin modo de sujetarse. El cuerpo cae con todo su peso de forma inesperada, a merced de las variantes del terreno.

Así, la manera de bajar es inesperada o sorpresiva en muchos casos, y hasta ocurrente al desafiar a la gravedad, pero en definitiva, todo va a depender de la destreza o estrategia de las personas para obtener el premio, quienes pueden alcanzar una velocidad de más de 100 km/h.

En la base de la colina están las personas encargadas de atajar al que baja descontroladamente, así como también paramédicos y ambulancias para atender a los lesionados. Finalmente, quien alcance al queso o se encuentre más cerca de éste al llegar a la meta, es el ganador.

El gran premio

El queso, además de ser el objeto a alcanzar, es el premio. En principio, el tipo de queso no ha variado desde que se tiene conocimiento de su existencia, es un Double Gloucester caracterizado por su sabor mantecoso. Su peso es de un poco más de 3 kilos sin que supere usualmente los 4 kilos, pero para el caso de los niños es de 1,8 kilogramos.

En numerosas ocasiones, el triunfador no tiene la fortuna de exhibir su merecido galardón en ese momento, pues las lesiones son tan severas que es otro desafío levantar la rueda de más de 3 kilos.

Una anécdota que por primera vez cambio la historia del premio, ocurrió en el año 2013, cuando el aro de queso tuvo que ser falso. Ello se debió a la responsabilidad que por lesiones podía asumir la proveedora del queso, llamada Diana Smart. No obstante, al año siguiente, se continuó con la versión real del lácteo.

Con el tiempo se han tomado medidas en la elaboración del producto para minimizar las heridas ocasionadas por él mismo en el trayecto, ya que incluso podía pegar en la cabeza de los que participaban en la persecución.

Récord deportivo

Este evento no solo se ha consolidado como una tradición nacional, sino que también se ha concebido como una extraña modalidad deportiva. Se ha pretendido obtener la categoría de deporte olímpico oficial, pero hasta el momento no se ha logrado positivamente esa petición.

A pesar de ello, uno de los ganadores por 11 años consecutivos, Chris Anderson, ha alcanzado el record deportivo al conquistar 22 premios en distintas ediciones, superando a Stephen Gyde, quien había ostentado dicho récord histórico con 20 triunfos. Increíblemente a Anderson no le gusta el queso y afortunadamente lo subasta con fines caritativos.

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