La fascitis plantar es una lesión que infunde temor en el corazón de los corredores de todas las edades y capacidades. Afecta a todos los niveles de condición física y experiencia, desde el principiante hasta la élite.
La fascitis plantar también se conoce como talón del corredor, y es una de las causas más comunes de dolor de talón, tanto para los corredores como para los no corredores.
Se trata de una dolorosa inflamación de la fascia plantar, que es una banda fibrosa de tejido que se extiende desde el talón -el calcáneo- hasta la mitad de los huesos del pie, conectando el talón en el hueso con los dedos.
La causa principal de la fascitis plantar es, por supuesto, el uso excesivo. Sin embargo, las posibilidades de desarrollar la afección pueden aumentar por los siguientes factores:
La fascitis plantar se caracteriza por la aparición gradual de un dolor agudo en la parte inferior del talón, cerca de la parte interior del pie.
Como hemos comentado anteriormente, esta afección puede ser una verdadera lesión molesta que sólo empeora cuanto más tiempo esté presente.
Para ello, he aquí el plan de tratamiento paso a paso que debes seguir:
El tratamiento puede requerir una combinación de meses de reposo, hielo, rehabilitación e incluso medicación.
Una gran medida para calmar el dolor de la fascia y prevenir las lesiones es hacer rodar el pie sobre una botella de agua fría o una pelota de tenis, especialmente después de correr.
La tensión en la pantorrilla puede contribuir a la aparición de la fascitis plantar. La tensión en el tendón de Aquiles puede afectar la fascia plantar, irritando y debilitando su fijación al hueso.
Según muchos expertos, correr sobre superficies duras e irregulares puede aumentar el riesgo de lesiones, la fascitis plantar no es una excepción.
Tu forma también es importante para prevenir la fascitis plantar. En teoría, la sobrepronación, o el aterrizaje con un fuerte golpe de talón, puede suponer una tensión adicional en tu fascia plantar, aumentando el riesgo de lesión.
Tus zapatillas de correr deben ofrecer un gran apoyo en todo el pie. Deben amortiguar tu talón con una suela gruesa, y no permitir que tu talón se mueva.
Esto debería ser evidente, pero es tan importante que debo añadirlo a la lista. Cualquier aumento de peso repentino o crónico puede contribuir a la aparición de la fascitis plantar.
Se ha demostrado que el entrenamiento de fuerza ayuda a prevenir muchas lesiones por uso excesivo.
Una de las mejores cosas que puedes hacer para prevenir las lesiones por uso excesivo -no sólo la fascitis plantar- es escuchar a tu cuerpo y entrenar en consecuencia.
Las medidas anteriores son algunas de las mejores que puedes aplicar ahora mismo, como parte de tu rutina de correr para ayudar a reducir los riesgos de desarrollar fascitis plantar.
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